Concierto: Diego Torres, Cosecha 2005

Por Manuel Maira

Probablemente Diego Torres es el artista foráneo con más visitas a Chile en el último tiempo. Todas sin mayor relevancia ni espectacularidad, pero esta vez el cantante apostó a grande y ganó. El show del argentino que dio la lluviosa noche de ayer en Espacio Riesco ante poco más de cinco mil personas sirvió para cosechar su silenciosa siembra.
Fue en esta pasada donde un relajado Torres pudo darse lujos de alguien que cuenta con un firme nicho como acompañarse de una numerosa, fina y aceitada banda (con cuerdas, vientos, percusión, teclados) o bromear por minutos entre canciones sin aburrir a su transversal público mayoritariamente femenino. Si a eso sumamos la gran cantidad de hits hechos a la medida para hacer corear estadios como Color Esperanza, Sueños y Qué Será interpretados con un oficio que minimizó los baches de sonido, tenemos a un Torres por primera vez saboreando un vino nacional de primera.
Con mucho trabajo, perseverancia y un material tan efectivo como recocido, el transandino celebró ayer su paso a la enseñanza media en un colegio llamado Chile.