Comentario: Faithless: al rescate del tecno
Por Manuel Maira
Alabados por la crítica y con tres discos de estudio bajo el brazo llegaron a Chile los integrantes de Faithless, agrupación británica que protagonizó la noche del viernes la segunda versión local del Southfest, en la Estación Mapocho.
La promiscuidad de estilos de la banda, que en vivo prescinde de Rollo Amstrong (hermano de Dido), convence con la pasión que le imprimen el vocalista de color Maxi jazz y Sister Bliss en los teclados. Ambos se acompañan sobre el escenario por bajo, guitarra, percusión, batería y coros, con lo que Faithless se pasea con clase desde sonidos emparentados con Massive Attack, pasando por el raggamufin en las rimas de Jazz hasta llegar a la electrónica más bailable.
Y es en este último terreno donde los ingleses navegan a sus anchas, pero sin adentrarse en los beats de moda, sino que en el tecno más primario, ese originado alrededor de dos décadas atrás en los clubes de Detroit. Aquel de crudo y simple sonido bailable sacado de máquinas.
En esa línea resaltaron las joyas God is a Dj e Insomnia, que encendieron a una audiencia de unas 3.500 personas dispuestas mayoritariamente a disfrutar de la energía de la banda, a pesar de conocer poco y nada de ella.
Publicado en: LaTercera > Espectáculos
10/04/2005
Alabados por la crítica y con tres discos de estudio bajo el brazo llegaron a Chile los integrantes de Faithless, agrupación británica que protagonizó la noche del viernes la segunda versión local del Southfest, en la Estación Mapocho.
La promiscuidad de estilos de la banda, que en vivo prescinde de Rollo Amstrong (hermano de Dido), convence con la pasión que le imprimen el vocalista de color Maxi jazz y Sister Bliss en los teclados. Ambos se acompañan sobre el escenario por bajo, guitarra, percusión, batería y coros, con lo que Faithless se pasea con clase desde sonidos emparentados con Massive Attack, pasando por el raggamufin en las rimas de Jazz hasta llegar a la electrónica más bailable.
Y es en este último terreno donde los ingleses navegan a sus anchas, pero sin adentrarse en los beats de moda, sino que en el tecno más primario, ese originado alrededor de dos décadas atrás en los clubes de Detroit. Aquel de crudo y simple sonido bailable sacado de máquinas.
En esa línea resaltaron las joyas God is a Dj e Insomnia, que encendieron a una audiencia de unas 3.500 personas dispuestas mayoritariamente a disfrutar de la energía de la banda, a pesar de conocer poco y nada de ella.
Publicado en: LaTercera > Espectáculos
10/04/2005
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