Fito Páez: con la sangre empacada

Manuel Maira

Un concierto sobrio, de sonido impecable y de emoción contenida. Así fue el primero de los tres shows en los que Fito Páez viene a presentar uno de sus últimos caprichos.
La carencia de sangre de su último álbum (Moda y Pueblo), dedicado a reversionar, con arreglos de cuerdas y piano, a nombres emblemáticos del rock transandino -incluido él mismo-, quedó en evidencia anoche en un prácticamente lleno Teatro Teletón.
Porque la pretensión del argentino, acompañado de un quinteto de cuerdas, más suaves aportes de bajo y batería, dejó de lado el sentimiento de canciones instaladas hace tiempo en el cancionero latinoamericano. Y ese status de clásicos que tienen cortes, anoche destilados, como Muchacha Ojos de Papel (Luis Alberto Spinetta), o Tumbas de la Gloria, lo salvó de pasar la prueba con sus incondicionales que lo hacen sentir de local cada vez que aterriza por estos lados.
Y consciente de su antojo, (comentó con toda razón al arranque del show: "¡Qué concierto más paquete!"), Páez dejó un espacio al medio de la jornada para visitar su sonoridad apegada a su marca registrada. Ahí bajó el telón a su refinado conjunto para dejar en escena la batería y el bajo, agarrando la guitarra para Al Lado del Camino; se despeinó en Brillante Sobre el Mic; y emocionó en 11 y 6, dejando claro que el experimento no fue más que un capricho.

Comentario CD: My Chemical Romance: Three Cheers For Sweet Revenge

Manuel Maira

Una fuerte depresión y serios problemas familiares del cantante y líder de My ChemicalRomance, Gerard Way, dieron luz a un disco debut de oscuros lamentos acompañados de aceleradas guitarras que llamó la atención de la industria. I Brought You My Bullets, You Brought Me Your Love, editado en 2003, le permitió al quinteto de New Yersey firmar con un sello grande para dar vida un año más tarde a su segundo trabajo.
Así nació Three Cheers For Sweet Revenge, que deja en claro que lo de la banda definitivamente no son los buenos nombres. Ahora los lamentos continúan confirmando que en ellos está el fuerte de la agrupación que puede perfectamente hablar de amor, rabia, o desilusión sin caer en poses ni siutiquerías.
Con un sonido ideal para musicalizar deportes extremos, la agrupación de oscura estética y ojos pintados, lucha por contener los excesos de guitarras, redobles y gritos manifestados en las débiles "I’m Not Okay" y "Hang ‘Em High". Y esta vez lo logran en gran parte con algunos destellos por sobre la media del puñado de bandas dirigidas a los adolescentes.
El redondo primer single "Helena", los bruscos quiebres de "Cementery Drive" y los tonos oscuros de "To The End" son los puntos altos de este proyecto de argumentos de duración en tiempo limitado, igual que la etapa de la adolescencia.

Comentario CD: Coldplay, X&Y

Manuel Maira

Dos discos le bastaron a Coldplay para convertirse actualmente en una de las bandas más populares del planeta. La excesiva exposición del cuarteto británico se convertía en un complicado escenario para encarar su tercer álbum.
Finalmente luego de 18 meses de trabajo la banda liderada por Chris Martin enfrentó las presiones, críticas y dudas con X&Y, su reciente disco que mantiene la línea de suaves melodías que se instalan fácilmente en los oídos con letras de amor, muerte, igualdad y autoayuda. Un estilo que suma detractores por su liviandad pero que no traiciona niun centímetro la oferta inicial de la banda porque lo de Coldplay nunca fue rock and roll desenfrenado, ni una propuesta antisistema.
Ahora el llorado pop de Martin y compañía sigue siendo tan digerible y amplio para llegar a niños, adolescentes, padres y abuelos, con un arma indiscutible: buenas canciones.
Los lentos “Fix You” y “Swallowed into the Sea”, especiales para el triste final de una película de amor, y los cortes un poco más acelerados “White Shadows”, “Speed of Sound” y “Talk”, están destinados a invadir las radios, tiendas, malls, o supermercados.
Claramente Coldplay no es la mejor banda del mundo como se ha insinuado varias veces, ni tampoco X&Y un disco para quedar en los clásicos de la historia, pero sí les sirve para continuar con coherencia una carrera que está muy por sobre la media del pop desechable que abunda por estos días.

Comentario CD: Catupecu Machu: El Número Imperfecto

Manuel Maira

Un viaje de 10 años recorrido a punta de rock & roll desde un punto de vista propio tiene hace tiempo a los argentinos Catepecu Machu como un número estelar en su país. El Número Imperfecto (2004), quinto disco del cuarteto, les sacó pasajes para traspasar las fronteras y expandirse al circuito latinoamericano.
Y la carta para jugar, que acaba de llegar a Chile, es potente. Una dosis de rock & roll encabezada por la claridad del cantante y guitarrista Fernando Ruiz Díaz que -con mayor o menor intensidad- logra certeros golpes. Como cuando apreta el acelerador, distorsiona su guitarra y se despacha redondos hits como Magia Veneno y Acaba el Fin, con sonoridades industriales estilo Nine Inch Nails.
También da en el blanco con temas más pausados, de guitarras electroacústicasy emotivos redobles que acentúan la voz gastada de Ruiz Díaz, quien entona -alejado de cursilerías- analogías de amores ilusos en En los Sueños y los tironeos por indecisiones en una relación en la sobrecogedora A Veces Vuelvo. Un disco que galopa directo hacia la estantería de los clásicos del rock de este lado del continente. Con ustedes, Catupecu Machu. Bienvenidos.

La frustrada historia del más ambicioso disco chileno

Figuras como Lucho Gatica, Soraya, Myriam Hernández, Dante Spinetta y Amaral grabaron en un estudio de Ñuñoa, hace casi dos años, su participación en una placa de EMI Music Chile que tiene postergada indefinidamente su salida por problemas autorales.

Manuel Maira / Mauricio Jurgensen

Myriam Hernández gritaba de entusiasmo junto al desaparecido grupo Los Tetas. Soraya rasgueaba su guitarra mientras dirigía hasta el más mínimo detalle de sonido con su ingeniero y Lucho Gatica susurraba parte de Piel Canela, uno de los más grandes clásicos del bolero sobre una base de música negra, junto a la rapera Anita Tijoux, durante una calurosa tarde de verano.
Todas estas escenas ocurrieron entre la segunda mitad de 2003 y principios de 2004 al interior de Santuario Sónico, un sencillo estudio de grabación ubicado en Santiago. Ahí se grabó Dj Ju Presenta: Freak Hop, un ambicioso disco de EMI Music Chile que reunió en 11 temas a reconocidos artistas extranjeros y nacionales.
El concepto trabajado en el álbum fue construir nuevas canciones en clave hip hop y r&b a partir de pequeñas citas y samplers de temas existentes. Sobre esas bases creadas por el joven productor Claudio Medina (21), bautizado artísticamente como Dj Ju, se registraron las voces de Lucho Gatica, el exitoso dúo español de pop Amaral, la colombiana Soraya, y el ex Ilya Kuryaki, Dante Spinetta, en las consolas montadas en la comuna de Ñuñoa. También hicieron lo propio Quique Neira, la voz de Makiza, Anita Tijoux, Juan Chills de Tiro de Gracia, el desaparecido grupo Los Tetas, el actual baterista de Lucybell, José Miguel "Cote" Foncea, y la ex Mamma Soul, Moyenei Valdés (ver recuadro).
Pero la iniciativa que tuvo un costo de producción cercano a los 15 mil dólares ha retardado los plazos que consideraban fecha de salida para principios de 2004. ¿La razón? Problemas para conseguir los permisos de derechos de autor de algunas canciones citadas en la producción como, por ejemplo, Sinceridad, de Ricardo Cocciante.
El argumento surgido del sello discográfico EMI Music por la postergación del proyecto se centra en los valores de edición. "Era un proyecto que involucraba costos altísimos para la compañía. En el camino se fue haciendo inviable, debido a la imposibilidad de conseguir la gran cantidad de autorizaciones que se necesitaban para que se pudiera editar. Finalmente se decidió que lo más adecuado era dejar de trabajar en aquel proyecto y enfocarnos en otros discos que sí tenían factibilidad de salir en Chile a un costo menor", es la versión oficial del sello.
Sin embargo el desfavorable escenario no desmotivó a DJ Ju. El productor acaba de eliminar los pedazos y citas de canciones que fueron objetados para volver a la carga. "Ahora no hay problemas. Voy a presentar los temas arreglados. Debería salir a fin de año", confía el artista.

Así es el disco perdido
La placa que sedujo al director de EMI Music Chile de entonces, Alejandro Sanfuentes -salió del cargo en marzo de 2004-, es firmada por Dj Ju y la producción ejecutiva estuvo a cargo de Felipe Foncea.
La placa consta de 11 temas, dos de ellos instrumentales. El único que ha sido publicado es El Amor de mi Vida, de Myriam Hernández junto a los integrantes del desaparecido grupo Los Tetas, incluido en Huellas (2004), último álbum de la artista.
Juan Sativo (Tiro de Gracia) y Juan Antonio Labra confluyen en un tema con menciones al hit de este último, Niña. Amaral hace lo propio con Digan lo que Digan, de Raphael, y la colombiana Soraya canta y toca guitarra en un tema inspirado en la canción de Luz Casal, Piensa en Mí. El tema en que comparte la rapera Anita Tijoux y Lucho Gatica, y que cuenta con la batería del actual miembro de Lucybell, "Cote" Foncea, cita al clásico bolero Piel Canela, y Quique Neira canta junto a la cantante soul argentina Emme.

Comentario CD: Missy Elliott

Manuel Maira

Quizás por su ansiedad o por las presiones de la industria Missy Elliott tuvo un pequeño bajón. Luego de deslumbrar al mundo con su impecable título Under Construccion (2002), la rapera de Virginia se apuró en mostrar al año siguiente un nuevo trabajo. Resultado: This is not a Test!, un disco regular que la hizo replantear su momento y tomarse las cosas con más calma. Dos años de preparación le bastaron para retomar la lucidez a través de The Cookbook, el sexto título de su carrera.
Con colaboraciones varias como su histórico aliado Timbaland (que esta vez sólo la asesora en dos temas), Mary J. Blige y Mike Jones, y su excesivo flujo de ideas, Melissa Elliott dio luz a un variado recetario de 16 preparaciones que anota varios chispazos a la altura de sus mejores logros . Entre ellos la fusión con clase del rap más duro con la suavidad del r&b en Irresistible Deliciuosun, el potente hit On & On, armado con primarios samplers en sociedad con The Neptunes, la intensidad en las bases de Can't Stop, la influencia de los primeros tiempos de De La Soul en We Run This, y su aventura personal en el otro gran golpe del disco: Lose Control.
Pero el recetario incluye un par de platos desabridos. Si en la selección final se hubiera eliminado algunos pasajes de tibios acercamientos al r&b, estaríamos en presencia de un menú íntegramente irresistible.