Miguel Tapia: "No hay posibilidades de volver con Los Prisioneros"
El ex socio musical de Jorge González habla de sus planes a poco más de un mes de la separación del grupo. Junto a Sergio "Coti" Badilla prepara una nueva agrupación.
Manuel Maira
Hace poco más de un mes Los Prisioneros cumplieron con su último concierto. Una presentación en Caracas, Venezuela, fue la que selló la segunda disolución de la banda formada en el Liceo 6 de San Miguel en 1979 (la primera fue en enero de 1992). Y para Miguel Tapia (41), baterista histórico del grupo, ese show fue sólo uno más. "No era la primera vez que nos estábamos separando. Para mí fue dejar de tocar y que Jorge partiera a hacer sus cosas. No me traumó en absoluto", dice el músico.
Esto se entiende revisando la última etapa del trío, que funcionaba desde principios de 2005 con reuniones puntuales para cumplir con esporádicas presentaciones debido a la distancia física entre la residencia de Jorge González, en México, con Tapia y el guitarrista Sergio "Coti" Badilla, los que seguían con su vida en Santiago, sin planes de mudarse. Eso, más fuertes diferencias "de personalidad" entre González y Tapia acabaron con el grupo de Tren al Sur. "Fui varias veces a México, pero opté por estar acá por razones personales. Pero esa no fue la razón de la disolución. Fueron cosas de personalidad. Jorge (González) comentó que por negocios yo no me había ido (a México), pero no es cierto, porque está claro que mi mejor negocio era trabajar con Los Prisioneros", detalla el músico de la separación del grupo y de su ex socio de años. "No hay posibilidades de volver con el grupo. Lo descarto. Ya estamos viejos", agrega.
Tapia dice que todo fue "en buena", aunque también aclara que desde el concierto en Venezuela que no tiene contacto con González. Tampoco con Narea, aunque dice que a ambos les desea éxito en sus proyectos. Con quien sí sigue en contacto permanente es con "Coti" Badilla, su ex compañero en el breve proyecto llamado Razón Humanitaria que Tapia formó en 1999 y que incluía al venezolano Argenis Brito.
"Tenemos varias canciones terminadas de ese grupo y ahora con Coti estamos retomando ese trabajo para sacarlo de aquí a fin de año", cuenta. Y para eso Tapia ya montó un estudio en su casa de Ñuñoa, donde además pretende avanzar en proyectos paralelos.
Lo más próximo y concreto para el percusionista es su participáción como músico invitado de Gonzalo Yáñez, con quien "enganché de una" en los días que el uruguayo fue invitado a tocar con Los Prisioneros en 2004. Anoche, en el pub Subterráneo, de Providencia, tocaría por primera vez junto a su amigo, y mañana lo hará en El Padrino Club, de Las Vizcachas.
Manuel Maira
Hace poco más de un mes Los Prisioneros cumplieron con su último concierto. Una presentación en Caracas, Venezuela, fue la que selló la segunda disolución de la banda formada en el Liceo 6 de San Miguel en 1979 (la primera fue en enero de 1992). Y para Miguel Tapia (41), baterista histórico del grupo, ese show fue sólo uno más. "No era la primera vez que nos estábamos separando. Para mí fue dejar de tocar y que Jorge partiera a hacer sus cosas. No me traumó en absoluto", dice el músico.
Esto se entiende revisando la última etapa del trío, que funcionaba desde principios de 2005 con reuniones puntuales para cumplir con esporádicas presentaciones debido a la distancia física entre la residencia de Jorge González, en México, con Tapia y el guitarrista Sergio "Coti" Badilla, los que seguían con su vida en Santiago, sin planes de mudarse. Eso, más fuertes diferencias "de personalidad" entre González y Tapia acabaron con el grupo de Tren al Sur. "Fui varias veces a México, pero opté por estar acá por razones personales. Pero esa no fue la razón de la disolución. Fueron cosas de personalidad. Jorge (González) comentó que por negocios yo no me había ido (a México), pero no es cierto, porque está claro que mi mejor negocio era trabajar con Los Prisioneros", detalla el músico de la separación del grupo y de su ex socio de años. "No hay posibilidades de volver con el grupo. Lo descarto. Ya estamos viejos", agrega.
Tapia dice que todo fue "en buena", aunque también aclara que desde el concierto en Venezuela que no tiene contacto con González. Tampoco con Narea, aunque dice que a ambos les desea éxito en sus proyectos. Con quien sí sigue en contacto permanente es con "Coti" Badilla, su ex compañero en el breve proyecto llamado Razón Humanitaria que Tapia formó en 1999 y que incluía al venezolano Argenis Brito.
"Tenemos varias canciones terminadas de ese grupo y ahora con Coti estamos retomando ese trabajo para sacarlo de aquí a fin de año", cuenta. Y para eso Tapia ya montó un estudio en su casa de Ñuñoa, donde además pretende avanzar en proyectos paralelos.
Lo más próximo y concreto para el percusionista es su participáción como músico invitado de Gonzalo Yáñez, con quien "enganché de una" en los días que el uruguayo fue invitado a tocar con Los Prisioneros en 2004. Anoche, en el pub Subterráneo, de Providencia, tocaría por primera vez junto a su amigo, y mañana lo hará en El Padrino Club, de Las Vizcachas.