Christian Castro recargado
Manuel Maira
En menos de un año Christian Castro estabilizó su vida sentimental, vio nacer a su primera hija y se cambió de sello discográfico.El mexicano ha gritado a los cuatro vientos que entró en una nueva etapa que decidió rematar agregándole una "h" a su nombre artítico y cargando la balanza a canciones rítmicas en su último disco Días Felices (octubre, 2005). Es ese el trabajo que el hijo de Verónica Castro presentó anoche con un show en el estadio Víctor Jara que reunió cerca de 3.000 personas, entre los que figuraba un par de personajes que comparten el tono folklórico del cantante como "Kenita" Larraín y Mauricio Israel.Los ventilados cambios del azteca se traducen en la madurez de su espetáculo antes marcado por desafortunados toques de mal gusto. Hoy Castro ha disminuido el exceso de cursilerías para dejar el protagonismo en su generoso registro vocal, sin duda, su mejor arma. Acompañado de su recargada banda de 13 músicos (vientos, cuatro guitarras y dos teclados), Castro repasó lo mejor de su extenso cancionero romántico. Ese que anoche demostró ser capaz de emocionar a las dueñas de casa con redondas baladas como Volver a Amar, Mi Vida sin tu Amor y Si Me Ves Llorar por Ti, y de desatar la fiesta con sus cortes más acelerados como Lloviendo Estrellas y Azul.
En menos de un año Christian Castro estabilizó su vida sentimental, vio nacer a su primera hija y se cambió de sello discográfico.El mexicano ha gritado a los cuatro vientos que entró en una nueva etapa que decidió rematar agregándole una "h" a su nombre artítico y cargando la balanza a canciones rítmicas en su último disco Días Felices (octubre, 2005). Es ese el trabajo que el hijo de Verónica Castro presentó anoche con un show en el estadio Víctor Jara que reunió cerca de 3.000 personas, entre los que figuraba un par de personajes que comparten el tono folklórico del cantante como "Kenita" Larraín y Mauricio Israel.Los ventilados cambios del azteca se traducen en la madurez de su espetáculo antes marcado por desafortunados toques de mal gusto. Hoy Castro ha disminuido el exceso de cursilerías para dejar el protagonismo en su generoso registro vocal, sin duda, su mejor arma. Acompañado de su recargada banda de 13 músicos (vientos, cuatro guitarras y dos teclados), Castro repasó lo mejor de su extenso cancionero romántico. Ese que anoche demostró ser capaz de emocionar a las dueñas de casa con redondas baladas como Volver a Amar, Mi Vida sin tu Amor y Si Me Ves Llorar por Ti, y de desatar la fiesta con sus cortes más acelerados como Lloviendo Estrellas y Azul.
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